martes, 6 de enero de 2015

Ni un segundo más

Consciente de estar arrastrando el dolor de un abandono y la necesidad de defenderme de su injurioso fundamento: una perfidia que no fue tal. Siendo fiel testigo de cuanto ocurrió en realidad; sin deber a nadie la más mínima explicación que pretenda apuntalar una imagen que no deseo sostener, que no deseo conservar, fue que permitiendo a la lluvia caer en mi cara suspiré y pregunté a mis entrañas ¿Cuánto tiempo más quiero cargar con el dolor de un abandono y el peso de calumniosas acusaciones? Escuché a mi corazón, y la respuesta fue: "Ni un segundo más".
Es así que con todo el corazón te doy las gracias por haberme brindado tantas alegrías. Sin importar el fundamento de como terminó ni el deseo de ostentar la razón por algo que, como todo en la vida, estaba destinado a terminar es que hoy te perdono y con amor te deseo felicidad. 
Joan Evol.- 
30/12/2014.