Y escribo en un papel cosas que me gustarían decirte pero aun tengo algo de vergüenza, aunque tarde o temprano termino confesándotelo todo. Y mis ganas de decirte cuan bella estás y lo linda que sos son más fuertes que el animal impulso que me induce a besar tus labios. Vos tan vos y yo tan yo... y te sueño dormido en mi soberbia de creerme despierto. Anhelando el episodio que se va con el momento que luego dejo pasar para no enviciar con mi deseo tu hermosa libertad y el instante pleno de estar, simplemente estar. Decibeles que bajan, frecuencias que disminuyen, busco tu cercanía y no encuentro rechazo, y si bien adoro el roce de tus manos el deseo de desearte un tiempo más es algo que me encanta contemplar. Se lo que siento y se lo que me doy a mi mismo, disfruto mucho lo que recibo y me siento encantado de que aquí y ahora la musa de estas líneas seas vos -despierta, soñadora-. Es tan lindo suspirar. No voy a inventar un Romeo cuando a penas soy un Juan. Es tan dulce la verdad. Me das todo eso que no tengo y no tenés, y me doy el lujo de sentirme el condómino de un posible nosotros que flota en el viento, imanta las pieles y, vibrando, perfuma de azares el inquieto aire. Me sabes a realidad, me sabes a un nuevo sueño que mañana me contarás, y a una nueva canción que impulsa a romper con gusto mis estructuras entregándome a la felicidad de ser y estar... Mi sonrisa se dibuja, puedo distinguir, sos vos lo que parece ser un punto que del horizonte se acerca... y mi alegría incrementa a medida que mis ojos distinguen más y más los detalles de tu forma. No te vueles la cabeza solés decirme... hoy es el koan que la aquieta. Y el rapport se manifiesta en la serenidad que generas rodeados de pasto, aire, agua y arena. ¿Como no valorar la esencia imponente de tu existencia? Hay días que me permito disfrutar del deseo y no entorpecer con besos el encanto de tu preciada presencia.
Joan Evol.-
30/05/2014.