Yo pensaba que alguien
me iba a querer para siempre.
Yo nunca creí en los extraterrestres.
Yo miraba al océano
esperando ver la otra costa,
y extendía los brazos
dejándome tragar por las olas.
También fui un estúpido
hasta el día que conocí el amor
...recuerdo que conocí el amor sentado,
cual penitente,
contra una pared.
Y mil veces juraba no ser
el viejo ridículo que,
hasta ayer,
creía ser.
Recuerdo que rapaba mi cabeza
cada vez que el enojo conmigo mismo
me invitaba a una nueva renuncia.
Recuerdo que la arena quemaba mis pies.
Recuerdo que era lo que ya no seré.
Recuerdo las veces que me interpuse
entre un cuchillo y mi mejor amigo.
Recuerdo que un día me cansé de mi mismo.
Y pude ver lo burdo reflejarse en lo burdo.
No es tristeza esta emoción,
esto sí que es encontrarse.
Tenía fecha de muerte
pero alguien cambió mis planes
...y hoy soy todo lo que tengo.