jueves, 30 de mayo de 2013

Torturándome en versos


Este grupo de palabras que ya existen, no son mías, forman frases que rondan sin descanso mi cabeza y se van y reaparecen para seguir rondando, todo el tiempo, cada día a toda hora todos los días a toda hora... más de lo necesario, tortuosamente normal, hasta que al fin las estampo en prosa, poema o canción para así desvanecerse y liberar sin mas mi mente como si nada hubiese ocurrido. Hermosas palabras de un asesino de asesinos, no recojas mis sesos cuando mi cabeza explote. Ingerir, digerir, desechar... vas por la vida consumiendo de este mundo lo que el medio te ofrece... mente y alma procesando... y con la pluma escupiendo sobre papel las heces que presionan y apestan menos o mas según tu predisposición para recibir y la capacidad de alojar en el interior mayor o menor tiempo... y de tu interpretación. No soy sabio, sos vos el que no sabe que no se. Hay una frase que pide a gritos por ser poema y es tan insignificante como yo que por natura o profesión voy buscando el pelo al huevo y en cada regla una excepción... por el miedo a no ser nunca testigo de la verdad. Porque tu historia es mi historia con apenas diferencias en el cambio de interpretación. No es gloria una victoria y vencer es solo el comienzo de la lucha por permanecer. Y es uno mismo el enemigo que no venciste y no se rindió, solo retrocedió sus huestes para tomar carrera y reorganizar su ataque. Si diez años después no aprendiste a cuidarte las espaldas tendrás que volver a renacer y renacer y renacer. Sin nada que pueda yo hacer.

Joan Evol.-
28/05/2013

Inconclusas acuarelas

Quisiera no saber
que no saber quisiera,
es estúpida poesía
lo que a mi alma indigesta.
Rebosante de temor,
inseguro te contempla
enojado mas sin odio,
galopando en su tristeza.
Frustrantes siete suicidios,
inconclusas acuarelas,
enemigo de sí mismo
salpica su bagatela
despierto en un mar de insomnio
su bitácora revela 
y en la soñada vigilia
de la calma y transparencia
sus ensueños se disipan,
sus distancias acerca,
sus silencios destripa,
sus metáforas vuelan.
Sálvese de la verdad,
agresor de vanidades,
siempre hay algo que callar
aunque cueste soledades.

 Joan Evol.-
23/05/2013

Aún te tratan como a un niño


Dicen que dicen que dirán, no por mi insignificancia el obituario me excluirá. Fantasías animadas, pretendientes pretenciosos, renunciando a renunciar, musitar casi cantando, activamente ocioso, advirtiendo al disparar.
Escribir, bonita forma de crear realidades, de encontrar el lugar donde ansío llegar cuando apremian esas ganas tan profundas de escapar.
Cansado de ser el último orejón del tarro, de la mesa levanté mi voluntad. Cansado de no creer que veas mis ojos ocultos tras los lentes espejados a través de los cristales de tus tan oscuras gafas... decaí.
No es indigestión, es angustia... es estar casi cansado de pelearle al universo. ¿Por que debes ser uno la piedra que se gasta y otro el agua que la hace erosionar? ¿Podría acaso ser disímil o eso es dar un paso atrás? ¿Porque centrarse solo en uno si el amor era de a dos? ¿Como apartarse del egoísmo segregacionista y comprender que todo y todos somos uno cuando a veces yo soy dos? ¿Como querer creer lo que creo que no creo si lo que creo decrece cuando más creo creer? 
¿Como emitir sin sentenciar?
¿Como salir a la verdad sin ser despedido de una realidad?
Ojos que no ven potencian otros sentidos, ojos que no quieren ver la mente enturbian, pero en ambos casos el corazón siente, y vendas que lo cegaron, créeme, no lo remiendan.
Furiosa tormenta que aún sumergido en aguas cristalinas impiden ver el suelo que piso y si es firme el pisar de mis cansados pero tensos pies. ¿Como evitar que el temor y el enojo arrebaten la sonrisa? ¿Como comprender al emisor que confiesa que cuanto mas abstracto y metafórico el mensaje tanto mas padece su aflicción?
En mi distante parodia existencial se hace quimera lograr saber sin preguntar si ha sido vago o no soltar por sorpresa saliva y sin libreto montar en esta obra mi impermanente pero actual desvestida realidad. Más que estúpido sería si pienso que al darte a saber que no creo que me creas, por más que así lo sienta, no te lastimaría.
¿Como salirse del frasco sin destrozar el cristal? y eso que me prometí que no volvería a descorchar en soledad. Por dentro estoy lleno, y lo que más deseo es vaciar, superficie en compañía, solitario en lo esencial.
Cubro una vez más mi cabeza con el velo que me veda a la redonda esa profunda verdad permitiéndome contar con lo justo y necesario para poder evitar tropezar al caminar.
No es ganar confianza, es perder respeto la expresión de la mirada que prejuzga mis fantasmas y acusa de fantasía o comedia montada cerrando vuestros oídos cuando quien habla es mi alma.

Joan Evol.-
22/05/2013

Esquivando heces

Con las orejas hirviendo salgo a recorrer el día, ya lo había prevenido en prosa o tal vez poesía que, aunque nadie valoraba, luz del sol, cotizarías. Lo que no pude prever fue que el hombre dormiría... y el vacío de las normas... y las leyes de Galicia... y una fofa codiciosa nuestra estrella prescribía. Y acabando con la rima y métrica de estas líneas dirigí mis pasos hacia el río para contemplar lo poco que nos queda sin que aún nos lo restrinjan... y el viento golpeaba mi cara... y se estrellaban chasquidos de agua en las orillas de una bahía en un río donde rieles roban vidas, donde otrora contemplaba con el alba la vigilia.¡Oh Punta San Sebastian! lugar donde no sabría definir con exactitud la precisa diferencia entre el hedor a amor y la fragancia a muerte. Y ante el viento tan fuerte que instiga al olor a penetrar osado mi tercer pulmón giro decidido ciento ochenta grados y mirando al sur, cruzo la avenida pues ya lo natural me causa heridas. Y esquivando soretes por toda la acera... estoy en Corrientes, mi morada espera.

Joan Evol.-
20/05/2013.