sábado, 18 de enero de 2014

Mientras dormías...

Maldita vida loca que tarde o temprano te encargás de hacernos devolver con ingratitud lo que debimos
retribuir con amor ...lecciones que nunca debí aprender. Se acaba un western que al final no miré, mientras, y sin que te des cuenta, contemplo la armonía de tus párpados pegados y los nobles trazos que dibujan tu rostro las pocas veces que sin distorsionarte puedo ver a través de las lágrimas que inundan mis ojos y nublan mi vista hasta derramarse entre sollozos, sollozos de culpa... culpa por mis errores -errores que yo no perdonaría- ¡Cuanto daño te causé!
Clandestinos llanto y suspiro, camuflados de silencio, calientan y humedecen la almohada pues pretenden no despertarte mientras me tiño de mar en mi propia nada, sin más consuelo que aquel ósculo que me regaló tu aliento mientras el último trozo de vigilia te entregaba al sueño.
Joan Evol.-
13/01/2014. 

Horas de sinceridad


Procurando que la mecha no se acabe, que la aguja no se frene, que el pendiente no se corte. 
Hipnotizado en narcóticos olores que pretenden anestesiar los dolores que acuñaron los errores que parió mi estupidez. Bajando la guardia, silbando bajito, barbilla caída, chupita el yurú. 
Las veces que el pánico me da permiso de ir al kiosco de la esquina encuentro monedas que alguien perdió, olvidó o simplemente dejo caer... creeme que si encuentro una billetera no tendrá ningún valor. 
Últimamente contemplo la sensación relajante expandirse en mi cara cuando la sonrisa cae... horas de sinceridad. Cuando el fuego acabe y la dinamita explote solo espero que el viento arrastre cenizas y escombros hacia el Paraná. Contadas fueron las veces que vi la lluvia venir del norte.



Joan Evol.-
08/01/2014.