viernes, 10 de septiembre de 2010

Samsara...


Si no supiera, si nadie me hubiese advertido, si no hubiese comprobado que las cosas fluyen y todo se desvanece, el dolor de seguro sería mas fuerte.
La vida, la injusticia, la mentira, la falta de piedad... que nada de eso nos consuma y nos atropelle.
Si la situación nos sobrepasa debe ser que no tenemos el suficiente auto-control para no identificarnos ¿o no?
¿Cuantas veces te cansaste de solo sembrar para que el viento arrastre al mas allá lo que pudo haber sido tu cosecha?
Quizás se deba a eso de tanto esperar... el que espera desespera y por ahí desesperaste, si, perdiste la esperanza. Lo bueno de la desilusión es eso, la des ilusión, el despertar. Quien sabe...
Tengo verdades a medias, muy pocas de ellas experimentadas y otras tantas de biblioteca. Se que alguien dijo alguna vez "no hay que imponer certezas" ¿Y como hacerlo con una existencial rutina y la apariencia de un ser errante? ¿que autoridad? ¿que respeto? como si algo de eso importara.
Sin embargo la conciencia, la unidad, la humildad parecen ser atractivas, al menos desintoxicantes... y es por no enviciar la mente de recuerdos y asignaturas pendientes que ya no se ni lo que digo... perdón compañero del mi mismo, señor de mi propio ego por escribir y no hacerme responsable, posiblemente me excuse en que hace ya algún tiempo que no me brota de adentro un renglón, pero es que de un tiempo hasta hoy encontré en la pluma una herramienta nociva, cuantas veces escribí publiqué y luego de hacerlo rogué para que a nadie se le ocurra leer.
Me retiro a la actividad... a dar al mundo lo que es del mundo, a dar al cuerpo lo que es del cuerpo, y así voy, una vez mas, postergando, en innecesarias actividades, lo que es útil para el alma.
¿Samsara?
Samsara.

Haribol


Todavía recuerdo la tarde en que te conocí... No se si fué en agosto o septiembre, sólo se que apareciste de repente, no pude ver cuando llegabas, cuando reaccioné te estabas sentando junto a mi. Recuerdo también que me preguntaste si tenía algo para comer, yo en ese momento de emociones, con el alma, te brindé lo poco que tenía, no se si te acordás pero te dije -mirá que soy vegetariano- vos me dijiste -nos vamos a llevar bién entonces- ¿te acordás? Llevabas flores a Krishna y una flauta colgando. Te pregunté que estabas haciendo -celebro janmashtami- me dijiste y no te pedí explicaciones porque confié en la expresión de bondad de tus ojos. Te conté que escribo canciones, vos me miraste y me dijiste -¿de amores perdidos?- yo te dije que si, entre otras cosas (querías escucharme cantar, lo percibí). Te acompañé un tramo y te repetí que si me necesitabas podías contar conmigo, que yo estaba siempre a esa hora en ese sitio, vos me dijiste -lo se- y te fuiste; me extrañó que no estabas con nadie y aunque no te había visto antes, me solté como si te conociera de toda la vida. ¿Te acordás cuando nos volvimos a ver? cantamos juntos y caminamos hacia el río; tu sensatez y mi lógica parecían escaparse una de otra, como si habláramos diferentes idiomas, yo buscaba encontrar un punto de unión entre tus frases y las mías, era tan difícil llegar a vos, por un momento creí que eras de libra, porque en mi experiencia los librianos y piscianos no se llevan bien, no se entienden y no llegan a un acuerdo fácilmente, pero se que a vos no te importaba. Hubo algo que me llamó la atención "tu apuro" como si nunca tuvieras tiempo, tampoco sabía en que momento ibas a aparecer; puedo jurar que me sentía incómodo con un ser extraño e impredecible que aparecía en mi vida y se iba y volvía sin tener nada en común conmigo, porque no había nada que nos identifique hasta el momento en que me abriste tu alma y conocí tu fe, tus amores, historias y miedos, tu paz y espiritualidad. Yo te escuchaba y no hablaba, pero te toqué y sentí que eras de carne y hueso (o de algún material parecido) comprendí así que no eramos tan distintos, los dos eramos seres humanos, con culturas y formaciones diferentes y, aunque no me busques más, todavía celebro los pocos puntos de encaje que pudimos encontrar entre tu fe casi supersticiosa (para mi) y mi constante soberbia de creerme mi propio Dios (para vos) aunque a veces me pregunto, por irónico que parezca, si no fue al revés. Te acompañé unas cuadras y me preguntaste si quería acompañarte a tu templo, como si nadie más pudiera verte, cosa que dudo, y pude haber ido, pero me cohibí al ver la caravana de rosa y naranja que te seguía cantando y tocando una especie de atabaque o bongo, esa noche no pude dormir, pero te seguí viendo, como si me estuviera enamorando, escuchaba tus canciones y los pensamientos sobre vos me conducían al insomnio. Harekrishna: mentí si alguna vez dije que no traté de interpretarte, mentí también si alguna vez dije que no dejé de ser yo para intentar conquistarte, no mentí sobre mi historia, mi dolor, mi sencillez de gatos con cinco patas, como vos tampoco mentiste al hablar de las cuatro cabezas de Brhama (Dios). y si decidiste, decidís o decido no vernos más, te pido que siempre tengas presente que nunca he de olvidar tu mensaje de amor y paz, que no es muy distinto al que aprendí de Siddharta y Jesús. Krishtina: amiga mía de esos días y reina de mis zafadas fantasías, te escribí esta carta porque es la única forma de sentirme comunicado con vos, y aunque hoy no puedo verte te recuerdo con alegría. Espero que hayas llegado bien, yo por mi parte voy a seguir frecuentando los mismos lugares donde nos encontrábamos, los mismos días, por si se te ocurre volver, aunque mas no sea unos segundos para conversar. Se que te vas a sorprender al verme, me creció el pelo, ya no me rapo la cabeza... y bueno, quien sabe, hasta el próximo encuentro o desencuentro. Un abrazo y un beso. ¡Haribol!
Joan Evol.-

OTRA CANCIÓN SIN TERMINAR


Frente a la mesa, solo, a media madrugada y el ruido del silencio me obliga a imaginarla: ¿seras azul o blanca? ¿seras celeste o o rosa? ¿seras amor o miedo? ¿alegre o revoltosa? ...
Escribir una canción significa mucho mas que cantar por cantar... es un compromiso que asumí para con la verdad.
Que me hace imaginar que no tengo inspiración, que me lleva a imaginar que es tan solo otra canción si solo canto mi verdad, aunque no lo creas, parecerá egoísta, pero prefiero hacerlo solo...
Nadie mas que yo; una pluma y un papel; una taza de café, otra noche sin dormir intentando transmitir todo lo que siento: solo quiero ser feliz. El reloj marca las seis... Otra canción sin terminar.
Es muy tarde para mi, veo mis parpados caer. Pronto te despertaras, con el sol iré a dormir ¿Quien velará mis sueños hasta que pueda despertar otra vez frente al papel comprometido a terminar?
Escribir una canción significa mucho mas que cantar por cantar... es un compromiso que asumí para con la verdad.
Que me hace imaginar que no tengo inspiración, que me lleva a imaginar que es tan solo otra canción si solo canto mi verdad, aunque no lo creas, parecerá egoísta, pero prefiero hacerlo solo...
Una pluma y un papel; una taza de café, otra noche sin dormir intentando transmitir todo lo que siento: solo quiero ser feliz.
El reloj marca las seis...
Otra canción sin terminar.
¿Será otra canción sin terminar?
Joan Evol.-