Si
no supiera, si nadie me hubiese advertido, si no hubiese comprobado
que las cosas fluyen y todo se desvanece, el dolor de seguro sería
más fuerte. La vida, la injusticia, la mentira, la falta de
piedad... que nada de eso nos consuma y nos atropelle. Si la
situación nos sobrepasa debe ser que no tenemos el suficiente
autocontrol para no identificarnos ¿o si? ¿Cuantas veces te
cansaste de solo sembrar para que el viento arrastre al mas allá lo
que pudo ser cosecha? Quizás se deba a eso de tanto esperar... el
que espera desespera y por ahí desesperaste, si, perdiste la
esperanza. Lo bueno de la desilusión es eso, la des ilusión, el
despertar. Quien sabe... tengo verdades a medias, muy pocas de ellas
experimentadas y otras tantas de biblioteca. Se que alguien dijo
alguna vez "no hay que imponer certezas" ¿Y como hacerlo
con una existencial rutina y la apariencia de un ser errante? ¿Que
autoridad? ¿Que respeto? como si algo de eso importara. Sin embargo
la conciencia, la unidad, la humildad parecen ser atractivas, al
menos desintoxicantes... y es por no enviciar la mente de recuerdos y
asignaturas pendientes que ya no se ni lo que digo... perdón
compañero del mi mismo, señor de mi propio ego por escribir y no
hacerme responsable, posiblemente me excuse en que hace ya algún
tiempo que no me brota de adentro un renglón, pero es que de un
tiempo hasta hoy encontré en la pluma una herramienta nociva,
cuantas veces escribí publiqué y luego de hacerlo rogué para que a
nadie se le ocurriera leer.
Me retiro a la actividad, a dar al
mundo lo que es del mundo, a dar al cuerpo lo que es del cuerpo, y
así voy, una vez mas, postergando, en innecesarias actividades, lo
que es útil para el alma. ¿Samsara? Samsara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario