Antes de ayer

Cuesta un poco, sólo un poco, y hasta duele ir soltando, derramando o resignando lo que por años caminando por la senda recogí y a mi acoplé... accesorios de mi esencia que si bien nublan en mi la clara visión aun hoy me brindan un soporte existencial a la hora de agregar uno de los tantos "ESTO, esto y esto" a la hora de un "YO SOY...". 

Cada día que pasa despierto en un nuevo mundo, cada día que pasa es un nuevo mundo que visitar, tan ajeno a mi y tan extraño en él, un mundo que no entiendo y no me entiende ¿Valdrá la pena convidar lo mas intimo de mi, lo único que tengo, con un mundo que mañana no estará? 

Cada entorno que frecuento no es el mismo que fue ayer cuanto menos antes de ayer... 

Cada gente que visito... una nueva presentación, un nuevo desconocer y conocer para al fin reconocer que no nos conocemos y nos desconoceremos mañana... otra vez. 

Hay veces en las que me arrepiento de exponer tan abiertamente mi vulnerabilidad exhibiendo, así sin más, lo poco que me queda de la ególatra pared de intimidad que, sin técnica alguna, me tomó años levantar... sometiendo viscerales redacciones al análisis, valoración, descarte, aprobación e incomunicada ponderación de coexistentes hermanos que no saben ni sabrán el motivo o la razón que dio a luz cada renglón.

Joan Evol.-

15/03/2013