¿Que querés para vos chamigo: ser el premio consuelo de una taradita o ser el rey de una reina, o el loco de una loca, o el mago de una bruja; o el Forest de una Jenny; o el León ruso de Doña Sofía; o el océano reflejando el cielo? ¿Que te pasó? ¿Donde estuviste las últimas ochenta y siete mil seiscientas cuarenta y siete horas? ¡Despertate pues! ¡dejá de surfear por la superficie y sumergite que adentro está lo emocionántemente sorprendente! Si, se te tapan un poco los oídos pero a medida que te vas acostumbrando al silencio este suena más bonito y a medida que te vas sumergiendo más y más puede que sientas un potente zumbido que pareciera que une desde adentro ambos oídos. Si a estas alturas no sabés nadar te quedás y hasta creo que te morís... porque al parecer no te da el tiempo para salir a la superficie que te mantenía con vida, antes de salir te habrás bebido medio océano que ni aunque te inyecten de superficie lograrías volver a saborearla. O sino, y yéndome bien al carajo, puede que te pases el día entero frente a la computadora o llenandote la boca escribiendo y hablando sobre el budismo y lo maravilloso que es ser budista y lo capo que sos por ser budista "y ustedes no, jajá, lero lero" y parafraseando el Dhammapada y evocando alguno que otro mantra o sutra que todos sabemos que los espiritualoides siempre cantan ¡Zafá! ¡Boludazo! ¡Rescatate! ¿O a caso creés que toda la payasada esa te va a llevar al nirvana? -Noooo, pero si ser budista es relajante y divertido, es re chevere sentarte a privarte de la vida y los estimulantes episodios que muy gentilmente esta nos brinda, re copado, te re juro. ¡Dejame de joder! Y es más el tiempo que te la pasás hablando al pedo; discutiendo con la gente; presumiendo; escupiendo en palabras escritas las negligencias que tu mente dispersa -que dice de si misma ser centrada- vomita así sin más -solo porque no se autocontrola -tal como dice hacerlo-, criticando, burlándote y llamando fetichistas a los que tienen alguna estatuita de Hotei o de Siddharta que el tiempo que te sentás de piernas cruzadas a escuchar el silencio... ¡Ah! y después le encajás birra nomás ¡dale que va, dale nomas! y ahora ya veo que te excomulgan budisticamente -no me hagas reír- ¡Mirá las cosas que te escribís! no te tenía así Juanjo.
Joan Evol.-
01/08/2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario