Bajo el mismo cielo otra vez, aun no te veo... y te siento tan cerca, como nunca, como a veces, como siempre que siento mi pecho latir y vibrar al compás de tu vuelo... como ahora, como extraños, como eternos desconocidos que se reconocen cada vez que encuentran luz en la eterna penumbra. Y te espero, y ninguna espera es tan larga cuando de ser feliz se trata... y te siento... y pensar que con tus llaves abrí tu puerta, entré a tu casa... y caminé por tu barrio, sí, camine por tu barrio con la tranquilidad de no ser un extraño, tan presente, como si estuviera recorriendo el mío. Y son los labios los que llaman a los labios, es la piel la que llama a la piel... y son las energías que fusionadas reaccionan y se funden en una sola y causan revoluciones de colores en el éter... dos cuerpos que se buscan, se huelen, se tocan, se saborean, se consuelan, se disfrutan. Un amor que te desvela... sin preparaciones, sin culpas, sin razones... y te lleva hacia donde esté mas la distancia no importa, porque cura, sana, te repara el corazón con su dulzura, amor y placer. Generoso es el amor, generosa es usted... y así despedimos al invierno, de la mano, sonriendo... otra vez.
Joan Evol.-
Formosa, 20/09/2014.
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