Yo también regué con lágrimas
mi colorada tierra natal...
y mi más humana amiga animal
me dijo junto a su huerta
que no conviene dejar
las raíces tan expuestas
para evitar secarse,
marchitar...
y aunque muchas veces duela
es preciso podar,
arrancar,
trasplantar.
No he visto semilla alguna
germinar en aguas saladas.
No ha existido cachetada
que no me haya hecho reaccionar...
y aunque el infierno
con elegancia
me presuma su belleza,
son mis amigos, los de la tierra
los que me enseñan a soltar.
21/09/2015.
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