Crueldades que sanan y dietas que engordan

Ya he perturbado la mente en la hartez de oír, leer y hablar palabras estériles, y al horrorizarme de cuan truchos y corruptos son los demás sólo puedo enderezar a este que escribe, estirar la columna y dejar de ser el "mí", ese "mí" que hasta hace un rato tomaba la decisión de asquearse del hedor ajeno y empezar a pulir, lustrar y perfumar mi propia flor de loto, arrojarla al Paraná y contemplar hasta donde sea posible o hasta donde alcance la visual.
Y es así que perdono a quienes juzgué mas no sumerjo mi alma en la escoria del criterio otra vez.

En un mundo de abolengos

sin una cuota de luz

y tanta mugre aristocrática

decorando su cruz,

de tanto en tanto me recuerda mi gurú

que no hay logro sin práctica

y que el Buda Gautama

siempre fue un autodidacta.

Palabras del alma,

parábolas de luz,

vi llorar tantas Magdalenas,

estacado en esta cruz.

A estas horas el patrón de rimas parece terminar en "u-ese" y "u-zeta", y estas líneas vuelven prosa el Big Bang de Anahata del ascético poeta.
¿Y como explicar lo incomprensible a tantas mentes dormidas?
Soy el Buda del silencio, soy el Buda de las lágrimas, entre serpientes enroscadas, entre gametas promiscuas.
Y en este reino del revés, donde pocos son capaces de sostener lo que afirman, hay tanto lobo con piel de cordero que hasta el mismo Satán es capaz de organizar una revolución pacífica. Comprendés así que ni Gandhi es tan trigo limpio… ni la musa tan cruel… ni el poeta tan profundo… ni el maestro tan santo… ni el culto resultó ser tan sabio.
Pero vos… “háztelo mirar”, que Metta Bhavana poco y nada tiene que ver con promiscuidad.

¿Porno ético?

¿Monsanto?

¡Voto social!

… Activismo vegano…

¿Privarme del sol un hermoso verano?

Piernas que se abren,

mentes que se cierran,

lágrimas disuelven

corazones de piedra…

Y uno voltea hacia el espejo y ve a un monje despojándose de su cabellera mientras canta una canción que dice “tomo refugio en mi mismo”, luego sienta en el trono a despojar sus bajezas… olores, sabores, sonidos, colores, contacto, emociones, intuición, inteligencia… mas nobleza obliga y soberbia hostiga, pues Vishuda canta lo que Anahata dicta… y ya que estamos enjuiciando “No hay mal que por bien no venga”… y uno no se venga porque la venganza nunca es buena, no vaya a ser que venga lo que quisiste que se vaya -¡vaya forma de emplear en sus dos o más acepciones una misma palabra!-.

¿Quién eres tú, que aprendes a perdonar perdonando?

¿Quién eres tú, que aprendes a amar amando?

¿Quién eres tú, que enseñas del dolor sufriendo; 

a liberar soltando; 

la verdad mintiendo… 

y a vivir: muriendo?

…y arremetes gritando canciones que invitan al silencio.


Todos son revolucionarios hasta –o más bien para- hallar alguna mujer –y un lecho donde yacer-, mas nadie esta dispuesto a, fusil en mano, ir a Bolivia a fallecer… sincericidio ilustrado –o puro juicio, tal vez-, y hay mucha esperma-cultura y muy poca permacultura ¡Quien te ha visto y quien te ve!

Y si la forma es vacío y el vacío es la forma hay crueldades que sanan y hasta hay dietas que engordan.

Si algo aprendí de Suddhodhana es que por más rey que uno sea no siempre se puede lo que se quiere… mas toda corona es de espinas cuando sos el Rey de Reyes.

03/04/2016.