De tanto en tanto, de vez en vez le escribo a este que soy sin ser... y cuando esas cosas suceden me digo a mi mismo: que lástima que me perdí en este infierno de cinco estrellas. Y uno espera lo inesperable, y cree lo que no ve. Tan bonito es este averno, tan perfecto el decorado, cada cosa en su lugar... Y el Nibbana luce vacío, sabe a soledad, huele a nada... y olvidé lo que buscaba de tanto hallar un lugar. A la sombra no hay luz y a la luz todo quema... y alegría y tristeza de la mano te acompañan a tu propia destrucción en el "lugar de lugares" que de tanto en tanto seca tus lágrimas y acaricia tus mejillas con el claro propósito de que olvides de buscarte en medio de esta distracción, para que así no te encuentres... ni por casualidad.
El día que corras el velo de tul que se interpone entre tus ojos y lo que te circunda lo verás con claridad.
Joan Evol.-
05/05/2014.
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