lunes, 2 de junio de 2014

Donde las palabras sobran y son sorpresivos los besos

Obnubilado por vuestra asertividad el silencio se torna en precisa herramienta para no embarrar en mi
desidia las pocas veces que ponés punto final a tan bello silencio. Hablemos de tus aciertos y no de mis errores que ahí, reconozco, hay mucha tela para cortar... y los días de este errante tienen poco de novedad. ¿Sin más casa que este cuerpo? a veces ni yo me lo creo. Apego, por favor cruzá la calle, creo haber hablado muy claramente conmigo mismo, frente al espejo, acerca de andar diciendo "te extraño" y hablar con palabras las cosas que siento... contadas fueron las veces que no arruiné con mi voz y aliento las fragancias que trae el viento... las delicias del momento. Son pocas las cosas que quiero para mi: luz, agua, aire y vida... sobre todo luz. Se supone que dedico mis días a la búsqueda de algo que en teoría está en mi mas no se si lograré hallar, y a medida que buceo entre mis egos y aumenta la pasión por la exploración más intrincados se tornan la interacción y el cotidiano vivir... quizás le estoy dando la bienvenida a la locura, mientras que doña cordura se escapa por la puerta de atrás, y tan así puede ser que hasta digo "quizás" porque hoy nada puedo afirmar con franca seguridad. Y a veces quisiera que me sumerjas de un tirón nuevamente en este infierno, pero al verte dormir comprendo que no está en tu onírica naturaleza arrebatar mi ascético sueño de encontrar la luz al final de un túnel que no se si es túnel o es mi propio baúl. Sin esfuerzo recuerdo tu cara y el brillo de tus ojos mas trato de retener en mis labios el aliento del último beso y el leve roce de manos que se separan para no dar lugar a palabras pero si motivar nuevos versos... versos donde las palabras sobran y son sorpresivos los besos.
Joan Evol.-
03/06/2014.

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