Esto de escribir a veces se complica... uno empieza y generalmente tiene una idea mas no sabe si los conectores o los recursos permitirán salir a flote en su pureza eso que uno está pensando, pero que más da si de todas formas cada cual entiende lo que quiere... y ahora que volví a decir "uno" me detengo al solo efecto de admitir que siempre que digo "uno" me refiero a mí, también cuando escribo como si le hablara a alguien más... esto de tener doble personalidad resulta bastante útil de vez en cuando -sobre todo cuando no se te cruzan en la misma escena personajes de las distintas novelas que cada uno de tus dos yoes protagoniza- a decir verdad, con esto de la cosa hindú que solés practicar medio que muy de seguido rompés y rompés las guindas con esto de evitar el "yo", el "mí" y el "mío", y creo que rompés demasiado las guindas ya... solo esperás no estar generando una suerte de aversión por esas palabras, que al fin y al cabo no son más que palabras, deberías volver a utilizarlas, aunque más no sea a los fines prácticos.
¡Que directa que está la cosa! -digo mientras releo los renglones que acabo de escribir- y bueno, es lo que te enseñó tu vieja "escribir conversando contigo mismo" -solo que a veces conversás bastante ya... y utilizando detalles de otras personas de cuyas esencias te has apropiado- ¡ladrón! ¡osado! y así te enraizás en el suelo -y me hablás de desapego- ¿cuando vas a dar el gran salto? y bueno, ya empecé con la segunda persona así que sigo como venía antes de irme bien al carajo con cosas que robé y aprendí de gentes y gentes -ya me estoy alborotando-... y si bien aprendiste a escribir y leer con "yo solito" y con "platero y yo" sabrás que treinta años después eso poco tiene que ver con que a las tres de la madrugada te encuentres vos solito escuchando Los Plateros mientras estás escribiendo... y el famoso mi mamá me mima nunca tuvo mucho de cierto, tal vez solo ha sido otra de las tantas mentiras capitalistas, o en tu vida solo otro desacierto... mas lo cierto de el caso es que la mejor de tus amigas te mima como no quisieras que lo hiciera tu mamá. Y uno escribe todo esto, y luego lo publica -y después tiene que dar la cara eh, porque hay que escribir esta sarta de gansadas y después salir a la calle eh... y lidiar con el prejuicio de pensar "piensan que soy un imberbe" y todo eso que uno cree que la gente piensa de uno y tal vez no sea así, y de ser así puede ser errado, o porque no acertado ¿eh?... tanta lucha mental al cuete chamigo ¿te sirve pa de algo la cosa hindú esa de la que tanto hablás?- y estás tan distraído, fascinado, maravillado con el mundo que te ofrece los mismos episodios de siempre, y no te cansás de repetirlo -te apuesto que fueron más las veces que te diste vuelta para mirar un culo que las que te pusiste a contemplar la sensación táctil del dedito del medio de alguno de los pies (esa no fue para mí, aclaro... ¡¿a quien le quiero joder?!)- y parece que no te aburrís y vas por más... en busca -otra vez- de eso que te duele... y sabés que el dolor dura mucho más que la satisfacción que te causó, porque es mucho más fácil acumular porquerías en el corazón. Y uno se sienta frente al papel y dice "voy a escribir algo bonito" y sale lo que sale... y uno vuelve a decir "porque no tengo al menos un celular acá en la ducha" puae sabe que para cuando llegue hasta el cuaderno será demasiado tarde ¿a donde van todas esas frases que no escribimos?
¡Que directa que está la cosa! -digo mientras releo los renglones que acabo de escribir- y bueno, es lo que te enseñó tu vieja "escribir conversando contigo mismo" -solo que a veces conversás bastante ya... y utilizando detalles de otras personas de cuyas esencias te has apropiado- ¡ladrón! ¡osado! y así te enraizás en el suelo -y me hablás de desapego- ¿cuando vas a dar el gran salto? y bueno, ya empecé con la segunda persona así que sigo como venía antes de irme bien al carajo con cosas que robé y aprendí de gentes y gentes -ya me estoy alborotando-... y si bien aprendiste a escribir y leer con "yo solito" y con "platero y yo" sabrás que treinta años después eso poco tiene que ver con que a las tres de la madrugada te encuentres vos solito escuchando Los Plateros mientras estás escribiendo... y el famoso mi mamá me mima nunca tuvo mucho de cierto, tal vez solo ha sido otra de las tantas mentiras capitalistas, o en tu vida solo otro desacierto... mas lo cierto de el caso es que la mejor de tus amigas te mima como no quisieras que lo hiciera tu mamá. Y uno escribe todo esto, y luego lo publica -y después tiene que dar la cara eh, porque hay que escribir esta sarta de gansadas y después salir a la calle eh... y lidiar con el prejuicio de pensar "piensan que soy un imberbe" y todo eso que uno cree que la gente piensa de uno y tal vez no sea así, y de ser así puede ser errado, o porque no acertado ¿eh?... tanta lucha mental al cuete chamigo ¿te sirve pa de algo la cosa hindú esa de la que tanto hablás?- y estás tan distraído, fascinado, maravillado con el mundo que te ofrece los mismos episodios de siempre, y no te cansás de repetirlo -te apuesto que fueron más las veces que te diste vuelta para mirar un culo que las que te pusiste a contemplar la sensación táctil del dedito del medio de alguno de los pies (esa no fue para mí, aclaro... ¡¿a quien le quiero joder?!)- y parece que no te aburrís y vas por más... en busca -otra vez- de eso que te duele... y sabés que el dolor dura mucho más que la satisfacción que te causó, porque es mucho más fácil acumular porquerías en el corazón. Y uno se sienta frente al papel y dice "voy a escribir algo bonito" y sale lo que sale... y uno vuelve a decir "porque no tengo al menos un celular acá en la ducha" puae sabe que para cuando llegue hasta el cuaderno será demasiado tarde ¿a donde van todas esas frases que no escribimos?
Joan Evol.-
24-08-2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario