Regina, si abrieras la boca
mil cabezas rodarían.
Regina, sábanas moradas
y el amor renace con el día.
Vos y yo inventamos
un mundo de dos,
sin tragos amargos,
sin celar,
sin hacernos daño...
sin saber
a donde vamos a parar...
yo siempre te voy a amar...
del cielo me voy al mar.
Y su cabeza no paraba de girar,
yo le invité a sentarse,
yo me quería despertar.
Bailaba Shakti en su sonrisa
y sus ronquidos me decían
que estaba despierta aun estando dormida.
Esa noche yo también pedía ser normal,
no paraba de mirar sus dulces ojos.
Aun suelo derramar dos lágrimas en cada viaje,
lo hago porque me gusta.
Con uno bueno es suficiente,
no te creas super man.
Adoro tu libertad.
Al cielo le doy mi mar.
Joan Evol.-
09/12/2014.
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