Me está faltando un pecado capital... para meditarlo. Solo recuerdo seis y espero al final poder recordar cual es el que me falta contemplar. Lo cierto es que son como siete sirenas que con su canto desvían la atención que pretendo prestar al simple hecho de estar... y el deseo se alimenta y crece cada vez que es satisfecho más merma con la consciente contemplación y la elección de no obrar de modo automático... compulsivo. Hay personas que supieron vedar ciertas cosas, no se si habrán sido muy conscientes de la utilidad de aquella milenaria prohibición... pero no estoy para juzgar sino para agradecer... porque pude encontrarle un fin práctico, pude experimentarlo como algo más que una lisa y llana represión. ¿Y que podría yo hacer si mi madre es feliz sufriendo? -es solo un pensamiento que me distrajo y quise escribirlo antes de dejar salir algunas cosas-. Ira, las veces que no fui consciente de ella experimenté rivalidad, antagonismo, división, dualidad. Contempla la ira y déjala partir si quieres integración... unidad. Gula, cuantas veces el exceso me habrá limitado la movilidad del cuerpo y afectado la salud, modérate en comidas y bebidas si quieres bienestar, como dijo mi amigo "mucho de algo no lo hace mejor". Lujuria, las veces que me habré perdido detrás de sensaciones que sólo se extinguían luego de haber agotado mis energías, si me habré sentido incompleto en soledad, si habré invitado a los celos a gobernar mis días. Soberbia, su aporte fue hacerme sentir cada vez más individuo, más distante, aislado de todos... soledad... desunión. Avaricia, me hizo obrar con interés, me hizo esclavo de personas y cosas -cosas que nunca necesité-... temor a soltar, querer siempre más... me enemistó con la libertad. Envidia, me ha hecho desear estar en el lugar de otros, me ha hecho descuidar y olvidar, en reiterados momentos, que ocupo un lugar... el único lugar que puedo ocupar... si me habrá robado la empatía y apartado del placer de gozar de la capacidad de disfrutar de la alegría de los demás. Hasta que al fin te encontré, Pereza, las veces que habré elegido quedar en cama en vez de activar... de no haber sido por ti ya me hubiese dado cuenta hace tiempo y puesto en práctica esto que no demanda mucho esfuerzo: "observar", observar al que observa... dejar de ser para sólo estar... así, sin más.
Todo esto sucede mientras respiro... no me olvido de respirar... aire, cada día te saboreo más.
Joan Evol.-
05/12/2014.
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