lunes, 2 de marzo de 2015

Cirilín

Sol en casa doce,
hijo de Neptuno
entregate al río,
se uno contigo,
fusionate al infinito,
caminá por esta playa desierta
y dejá en la arena impresas
huellas que durarán
lo que decida el viento.
Ya no llores hombre pez,
el sol acaba de salir para vos.
bajo la sutil sombra del sauce
descansá y destilá 
el último anhelo
que te mantiene dormido,
y sentí tu casa 
escurrirse en tu propio cuero.
Tiritá tus resignaciones que,
aunque el juicio sigas perdiendo,
seguís siendo un loco bueno.
Existe un mundo maravilloso
al cerrar los ojos, te lo prometo.
Confiá en vos, niño eterno.

Joan.-
02/03/2015.

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