Y yo no se lo que ella esperaba,
solo di lo que tenía para ella,
o tal vez no,
tal vez solo di lo que me dejé soltar.
El resto,
egoísta,
lo guardé solo para mi...
y hoy rebosa en detrimento
el efecto mezquindad.
Y ella reaparece
cuando realmente ya no quiero más.
Y me alegra pero asusta,
porque hiere queriendo curar.
Y el gran desafío
es decirle que no
estando soltero.
¿Que puedo yo hacer?
No sé lo que ella quiere.
No hay mejor meditación
que ser sincero con uno mismo.
Joan.-
23/02/2015.
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